Las llamadas Estrellas Michelin son de los más grandes reconocimientos a los que se podría aspirar en el mundo de la cocina. Éstas surgen de la Guía Michelin, de la editorial francesa Éditions du Voyage, fundada por André Michelin en 1900 y siendo la guía de hoteles y restaurantes más antigua de Europa. Inicialmente la idea de la guía era una estrategia publicitaria que se comenzó obsequiando con la compra de neumáticos, ofreciendo a los viajeros información valiosa como listas de mecánicos, doctores, algunos mapas y planos, además de una lista de curiosidades del lugar.

A partir de 1920, la guía se comienza a vender y también se introduce una lista de restaurantes. A finales de la década, en 1926, se introdujeron finalmente las famosas Estrellas Michelin, tomando fuerza hacia 1936, año donde aparecen sus tres categorías:

• Tres estrellas indican una cocina excepcional que justifica de por sí el viaje.
• Dos estrellas señalan calidad de primera clase en su tipo de cocina.
• Una estrella designa un restaurante muy bueno en su categoría.

Ser acreedor a una o más estrellas es un referente casi automático de que se trata de no solo uno de los mejores restaurantes de su país, si no del mundo entero. Dicho reconocimiento se otorga tomando en cuenta parámetros donde se destaca la calidad y creatividad de los platillos, así como su esmero en la preparación. Además, también se toma en cuenta aspectos como la selección de productos, relación calidad-precio, dominio de puntos de cocción y de los sabores y sobretodo, la constancia en cuanto a estos atributos.

Las estrellas se obtienen mediante encuentros especiales que tienen lugar dos veces al año, donde el conceso de un grupo de expertos determinará si se es merecedor de estas codiciadas estrellas.

Claramente, el mundo culinario en México no podría quedarse atrás en cuanto a estos reconocimientos y se encuentra cada vez más presente en la alta gastronomía. Tal es el caso del restaurante Punto MX ubicado en Madrid, propiedad del chef Roberto Ruiz; Hoja Santa del chef Paco Méndez, en Barcelona; Mexique de Carlos Gaytán, ubicado en Chicago; Casa Enrique por el chef Cosme Aguilar, en la ciudad de Nueva York; La Condesa en París, del chef Indra Carrillo; y muy recientemente la chef Karime López a cargo del restaurante Gucci Osteria, en Florencia. Siendo esta última la primera mujer mexicana en recibir esta distinción y ofreciendo en su menú platillos como tostadas estilo mexicano con toques italianos y sándwiches inspirados en Japón.

Cada uno destacándose por retomar la tradicional cocina mexicana y dándole un valor agregado al adaptarla con los ingredientes y sabores de un sin fin de lugares, todos son dignos representantes de la gastronomía en nuestro país y hacen honor a su sólida reputación en cada lugar que visitan.

El reconocimiento Michelin no se trata de los precios más exorbitantes o de los lugares más refinados, se trata de premiar una pasión excepcional, habilidades sobresalientes y de la excelencia constante. Es atreverse e innovar con los sabores, ofrecer lo mejor desde los ingredientes y sobretodo, es llevar y representar la cocina de tu país al más alto nivel. Desde humildes pero inolvidables puestos de comida en las calles de Singapur, hasta los restaurantes más emblemáticos y lujosos en Francia, las estrellas Michelin cuentan historias dignas de recordar en la cultura culinaria del mundo entero.